jueves, 16 de febrero de 2017

¡Qué cosas!

 

Llevo dos noches soñando lo mismo y es un sueño bastante raro, como muy pocas veces recuerdo lo que sueño, me tiene muy intrigada, aunque recuerdo haber tenido ya hace un tiempo unos sueños algo peculiares...

Resulta que por alguna razón que no se explica, he comprado un billete de lotería que resulta premiado con 400.000 euros.
Hasta aquí, estupendo, diréis; el problema es que previamente parece que he prometido repartirlo a medias con otra persona, aunque en realidad yo no lo recuerdo.

A veces lo hago con alguna amiga; una primitiva a medias, un décimo en navidad, nada, pocos euros,  pero lo curioso es que esta persona es alguien que no es amiga mía, de hecho ni siquiera se su nombre ni apellido y la verdad es que apenas la conozco.

Esta persona elabora y vende un producto alimenticio que me encanta ( no diré cual para no identificarle y que me reclame nada), y al que procuro resistirme aunque no siempre lo consigo y, me gusta tanto, tanto y soy tan habladora, que cuando voy a comprarlo me enrollo un poco, y ella igual, y hablamos un ratito de tonterías, el tiempo o así, esas cosas.
El caso es que ella,  no sabe que yo había pensado darle la mitad y tampoco sabe que finalmente me ha tocado,- todo en mi sueño- y claro, si lo piensas, en realidad, ¡qué tontería!, por qué le tengo que dar un dinero que seguramente no necesita ,-sospecho que habrá trabajado mucho en su vida pero el producto lo vende carito y tiene pinta de que las cosas le van bien...-en cambio yo si que lo necesito, que a mi la economía no me va nada bien y, sobretodo pensando en mi futuro, ese dinero me iría fenomenal.
La primera noche ya me pase horas dando vueltas de si le daba o no le daba,-dormí fatal-, y parecía que ya había decidido que no se le daba, que era absurdo darle ese dinero a una desconocida que no lo necesitaba y que no sabia que existía tal posibilidad, pero no se había acabado ahí el problema porque hoy he vuelto con lo mismo: ¿se lo doy o no se lo doy? y toda la noche con el cuento arriba y abajo. Estoy agotada.
Total que aún no sé que haré, tengo esperanzas de resolverlo esta noche de una vez por todas y casi prefiero que no me toque nada...

Se lo he contado a los paseadores de perros.

E. me ha dicho que cuando sueñas que te toca es que no te toca, -sabiduria popular se llama-, cosa que me ha fastidiado bastante porque soy tan ilusa que me habia hecho ilusiones de que me tocaba en la vida real (algo compro) y de que el sueño, era en realidad una premonición de lo que iba a pasar y ya es que me daba igual tener que repartirlo.

C. cree que tengo que: "Darle la parte que una parte de ti cree que le toca", "asi te quedas tranquila y otra vez no prometes lo que no debes"...

C. parece a veces Kung Fu, aquel del pequeño saltamontes...

Me ha fastidiado un poquito pero tiene razón y estas cosas me pasan por hablar, porque en realidad creo que lo que me preocupa en mi sueño es no recordar si realmente no se lo habré dicho entre si hace bueno, si llueve o hay muchas moscas, y no consigo recordarlo con tanta cháchara.
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A ver hoy si resuelvo

domingo, 12 de febrero de 2017

Patria, otra lectura




Hace mucho que no escribo, pero ya ando con ganas de hacerlo, y que mejor excusa que empezar de nuevo comentando la novela de la que todo el mundo habla, "Patria" de Fernando Aramburu mi paisano.
He leído la novela y también creo que he leído todo o casi todo de lo que de ella se ha escrito. El caso es que esperaba leer alguna opinión  coincidente con la mía, pero como no ha sido así, aquí está.

Patria me ha gustado mucho, es muy amena a pesar del tema y está muy bien escrita.
Aramburu me gusta, aunque no siempre; su "Viajando con Clara por Alemania" aun me hace reír al recordarla, pero alguna otra novela suya me aburrió un poco.
Es muy buen escritor con un sentido del humor algo negro, con el que conecto mucho.

Patria habla de terrorismo, de los años negros del terrorismo etarra, pero aunque suene aventurado, creo que en ella el terrorismo es una anécdota horripilante, pero es la consecuencia de una época anterior terrible para muchos.

En cambio para mi, Patria de lo que habla es de nosotros, de los vascos, de como somos, de como nos relacionamos, hombres con mujeres, padres con hijos, vecinos con vecinos.
Habla de como educamos a nuestros hijos, como manifestamos nuestros sentimientos con los de al lado, con los de afuera, la manera peculiar que tenemos de estar en el mundo.
Patria habla de como son los mios, de mis padres, de mis tíos, de como eran mis abuelos y los abuelos de sus abuelos, de como es seguramente Aramburu, su familia, sus vecinos, de como soy yo.
De donde venimos.
Esas familias tan disfuncionales y tan normales somos nosotros.
Esas dos madres de Patria, son dos caras de la misma moneda, mujeres buenas, si, muy buenas, pero mandonas, pesadas, bastante absurdas y, muy a menudo, particularmente intransigentes.
Esas mujeres fuertes, algo castradoras, son las nuestras.
Todas las mujeres de mi familia están de algún modo representadas en ellas.
Yo las veo, yo me veo.
Esos padres de Patria, buenazos si, pero calzonazos en casa, "fugitivos", siempre huyendo en la bicicleta, en el trabajo, o en la huerta, con los puerros; siempre esquivando el conflicto con la mujer.
Esos hombres buenos, débiles, algo ausentes, son los nuestros.
Yo los veo, yo me veo.

Esos hijos tan normales y tan raros, amedrentados, cobardicas, buena gente, somos nosotros.

Los hijos de unos, un chico bastante corriente pero emocionalmente algo rarito y una chica bastante insustancial y, como su padre, algo fugitiva.
Y qué decir de los chicos de los vecinos, -para escribir otro libro-, pero éste, una tesis doctoral:
El mayor, el etarra, un insustancial, que en el mejor de los casos se podía haber dedicado a cualquier deporte algo violento y en el peor a consumir y trapichear con drogas.
¡Pues no va el subnormal y se mete a quemar autobuses!, y esa madre, que en vez de darle dos tortas, parece que se siente realizada por fin, con un macho con pelotas en su vida; uno que no planta puerros, sino que pone bombas.
¡Caramba, que dañinos son a veces los padres...!
 Y los otros dos hijos, un pobre intelectual despreciado por blandengue y una hija, -la más normal de toda la familia-, castigada por el autor con una enfermedad fatal y paralizante. ¿Porqué? pobrecita, para una normal que teniamos...
En fin, un panorama, como diría mi abuela: horroroso.
Esa es una tragedia griega/vasca
Un cuento cruel sobre unas familias como las nuestras.
Una buena novela que nos explica lo que no queríamos saber sobre nosotros mismos.


Para completar el panorama, os recomiendo tambien leer, "La hora de despertarnos juntos" de Kirmen Uribe.
Muy entretenida e interesante.
Es como volver a oir a mi abuela y a sus hermanas hablar sobre algo o alguien que no conozco pero que me gustaría conocer y una vez más comprobar como van pasando de una manera deslabazada y algo insustancial pero muy graciosa, de una historia a otra, de un personaje a otro, dejandote siempre con las ganas de saber mas.

Muy recomendable también "Bilbao-New York -Bilbao" del mismo autor.